LA FRUSTRACIÓN DEL CAMBIO

Con gran frustación hemos vivido los puertorrealeños los últimos meses de este aciago año, gracias a Dios, ya pasado. Tras la finalización de la intensa campaña electoral en la que ya veíamos el final del "barrosismo" imperante en nuestra localidad, el PSOE local consumó la mayor traición que ha llevado a cabo a todos sus votantes y seguidores en nuestra ciudad: mantener a José Antonio Barroso en la alcaldía puertorrealeña.

Los ciudadanos de nuestra ciudad, desde las primeras elecciones democráticas, han dado fielmente su apoyo al Partido Socialista. En todas las elecciones, menos en las municipales, en las que sistemáticamente frustraban sus expectativas al no lograr configurar un equipo ni un líder que le hiciera sombra a José Antonio Barroso. Ni personas del nivel intelectual y político de Juan Manuel García Candón, ni Pepe Benítez, ni Antonio García, lograron retener un voto socialista que sí resultaba fiel en el resto de contiendas electorales. Pero tuvo que venir de fuera un personaje que, gracias a sus apoyos en la dirección regional del Partido Socialista, y de su vinculación familiar con el núcleo duro del "Clan de Alcalá", había logrado conformar un discurso que parecía podía terminar con décadas del "barrosismo" más rancio que hemos podido vivir y sufrir, en los últimos años. Pero cuando los ciudadanos hablaron y expresaron mayoritariamente su voluntad de Cambio para Puerto Real, resultó que los intereses ocultos y de partido se interpusieron ante la voluntad del pueblo. Cuando las matemáticas situaban al "barrosismo" en la leal oposición y parecía surgir una alternativa fuerte y capaz de asumir los problemas que acucian a nuestro pueblo, resulta que por unos sueldos y unos sillones se frustran años de esperanza en el Cambio. La gran traición del pasado años ha sido la condena a la que nos sometido el Partido Socialista de tener que aguantar cuatro años más a José Antonio Barroso al frente de un ayuntamiento para el que no está capacitado ni legitimado moralmente para gobernar.